Manuel Ramón: “Los auditores con tecnología pueden desplazar al resto”
09.11.2023. Manuel Ramón, abogado, economista, formador en inteligencia artificial (IA) y robotización, aborda la implementación de la tecnología, las máquinas inteligentes y el metaverso en la auditoría. Ramón es uno de los protagonistas de las VIII Jornadas de Auditoría y Contabilidad en Galicia, que se celebran el 9 y 10 de noviembre en Santiago de Compostela. El ponente está convencido de que la tecnología tendrá plena aplicación en la profesión en el futuro y también de que es aliada, más que reemplazadora: “No van a sustituir a los auditores, pero probablemente los que usen IA, robotización y otras nuevas tecnologías sí que pueden desplazar a los auditores que no las usen”, señala el experto.
¿De qué hablamos cuando nos referimos a inteligencia artificial, robotización y metaverso en la auditoría?
Primero tenemos que definir los conceptos en términos generales: la inteligencia artificial ha tenido una eclosión muy fuerte, sobre todo desde la irrupción de Chat GPT, que es como una democratización de un tipo de uso de la IA. Chat GPT es IA generativa, que parte de unas cuestiones determinadas. La IA se refiere a la capacidad de las máquinas de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, la comprensión del lenguaje, el razonamiento y la resolución de problemas. Facilita el trabajo de los auditores mediante análisis predictivo, detección de fraudes, optimización de procesos y mejora en la toma de decisiones.
Luego está la robotización, y si bien en términos generales pensamos en robots físicos, la realidad es que también existe una robotización de software: la máquina realiza una serie de procesos conectados para que, a través de unos subprocesos, pueda terminar una tarea final. Con la capacidad que tienen las máquinas de hacer tareas repetitivas sin cansarse. La robotización está orientada a que puedan automatizarse las tareas repetitivas y que el auditor se dedique a casos en los que su profesionalidad pueda aportar más valor.
Por último, el concepto de metaverso tenemos que verlo como si fuera Internet en 3D, es decir, llevar toda la plataforma de páginas web a una interacción en 3D.
¿En qué se va a traducir, en términos prácticos, el uso de la tecnología en la auditoría?
Yo diferenciaría la IA y la robotización del metaverso. Tanto la IA como la robotización vendrían a darle vitaminas o superpoderes a las propias capacidades que ya tienen los auditores. Podrán hacer lo que hacían, pero más rápido y, al automatizar un proceso concreto, además existirán menos errores.
La auditoría es un proceso de revisión de datos que ya existen, por lo que la IA y robotización lo tienen más fácil que en otros ámbitos. Hoy decimos que los datos son el oro del siglo XXI, pues en una auditoría ya disponemos de ellos, y por eso para las máquinas es más fácil asumir tareas con éxito. Digamos que el robot es como la fuerza y la IA es como la mente. A veces hay que revisar miles de facturas, y otras veces hace falta una capacidad cognitiva para interpretar las cosas. Unir las dos es lo potente.
El metaverso, sin embargo, no ha avanzado tanto como los dos primeros. Ha habido muchos desarrollos impulsados por Meta (antes Facebook), pero no ha tenido aún el despliegue de otras tecnologías. Dentro del metaverso se han creado mercados donde las empresas compran, venden, invierten, se comunican… y el auditor tendrá la responsabilidad de auditar y revisar ciertas operaciones que las empresas puedan haber hecho en ese mundo virtual. Por lo tanto, es un proceso que, si bien es aún desconocido, va a empezar a ir implicándose más en nuestro día a día y va a llegar a la tarea del auditor. Debemos tener conocimiento de esta última tecnología también.
¿Se resumiría, por lo tanto, en acortar tiempos, evitar errores, eliminar procesos repetitivos y farragosos y auditar operaciones en los mercados en el metaverso?
Sí. A mí me gusta mucho la frase ocúpese de lo importante, automatice el resto. Creo que esa es la idea. Tenemos hoy en día mucha burocracia, cada vez más datos y más volumen a revisar, y creo que estas herramientas nos van a ayudar a reducir tiempos, costes y errores.
¿La tecnología puede acabar reemplazando a los auditores o, por el contrario, son herramientas aliadas?
Yo siempre digo que la IA no va a sustituir a los auditores, pero probablemente los auditores que usen IA, robotización y otras nuevas tecnologías sí que pueden desplazar a los auditores que no los usen.
Un auditor no está obligado a adoptar estas tecnologías porque la calidad y la profesionalidad del auditor existe antes de su implementación. Pero, lógicamente, con el tiempo, los auditores que las adopten se convertirán en más eficientes, más rápidos, y, probablemente, puedan encajar mejor en el mercado.
Para poder incorporar todo esto, ¿debe haber una adaptación tecnológica por parte de los profesionales de auditoría? ¿Cómo hacerla?
Estas tecnologías se están convirtiendo en algo transversal que empieza a afectar a todos los aspectos de la vida, con lo cual no va a haber opción a no implantarlas. Pero es un cambio de paradigma tan grande que ahora mismo supone un reto, porque hay que sacar tiempo para entender cómo funcionan estos procesos, y muchas veces estamos saturados por falta de tiempo y mucha carga de trabajo. Sin embargo, estas tecnologías sirven para ahorrar tiempo.
Creo que debemos fomentar la formación porque los auditores son personas totalmente capacitadas para adoptar estas tecnologías. En las formaciones que imparto siempre digo: no tengo tiempo de aprender a ahorrar tiempo. Es algo con lo que intento hacer ver que, si el tiempo es el problema, estas herramientas pueden ayudarles a reducirlo. Hay que entender la situación profesional en la que solemos vivir y saber que organizarse para sacar ese tiempo muchas veces no es fácil, pero aún así creo que va a ser algo que vamos a adoptar todos.
¿Qué aprenderemos en tu intervención en las VIII Jornadas de Auditoría?
Soy partidario de mostrar casos de uso, y en eso me voy a centrar. Como economista que trabaja muy cercano al mundo de la auditoría, he adaptado estas tecnologías y mostraré, por ejemplo, un caso en el que la IA responde un cuestionario que tiene que cubrir un auditor, entre otros. Creo que mostrar ejemplos de casos de uso de estas tecnologías en la auditoría proporciona un marco contextual que ilustra sus beneficios prácticos. Al visualizar cómo se aplican en escenarios reales de auditoría, los profesionales pueden comprender mejor su impacto en la eficiencia y la precisión del proceso