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El valor añadido de la auditoría: 10 beneficios para las pymes
 
En el pasado mes de junio, el Gobierno daba a conocer un anteproyecto de ley que contemplaba elevar los límites de las auditorías obligatorias, propuesta por la que dejarían de auditarse cerca de 4.000 empresas en España. El Gobierno considera que hay que simplificar trámites y cargas burocráticas a las pymes. Pero considerar la auditoría como un formalismo o una mera carga administrativa para las pymes no hace justicia a su valor.
 
El valor de la auditoría de las cuentas de una empresa es indiscutible: garantiza la fiabilidad de la información financiera a los órganos de gobierno y los accionistas de la entidad, y también a cualquier tercero interesado en conocer su situación financiera (empresas, entidades financieras, administración pública, empleados, etc.), lo que genera confianza y seguridad en la economía; y, además, aporta otros importantes beneficios a la entidad auditada.
 
Transparencia y confianza en el contexto actual
 
En el entorno actual, con tensiones geopolíticas, con bulos y escándalos por corrupción y falta de integridad, y con la creciente dependencia de la tecnología y sus amenazas cibernéticas, la sociedad demanda cada vez más transparencia e información fiable de las entidades (tanto financiera, como no financiera). Es en este punto, donde el papel del auditor, aportando confianza sobre la veracidad y fiabilidad de dicha información, es crucial. Teniendo en cuenta el peso tan significativo que tienen las pymes en el tejido empresarial español, no parece ser el momento oportuno para que 4.000 empresas dejen de auditar sus cuentas, y se destruya lo que ha costado tanto construir en términos de transparencia y confianza empresarial, retrocediendo a niveles de hace 15 años.
 
Algunos datos sobre la auditoría de cuentas en Castilla y León
 
En Castilla y León apenas se auditan unas 800 empresas. El número de empresas económicamente activas en nuestra región en 2024 se situaba en algo más de 148.000, por lo que de nuestro tejido empresarial solo se audita el 0,54% de las empresas (el 11% de las que facturan más de 500.000 euros). Dos auténticos dramas: uno, para la economía regional, por la reducida dimensión de nuestras empresas (muchas miniempresas); y otro, para los auditores de Castilla y León, por el bajísimo número de empresas auditadas.
 
Pero como todas las empresas grandes o medianas (de más de 5,8 millones en ventas y 2,3 millones de activos) tienen la obligación de auditarse, en realidad el trabajo de los auditores comprueba en Castilla y León unos 63.000 millones en facturación empresarial, de empresas que dan trabajo a casi 175.000 empleados.
 
El valor añadido de la auditoría en las pymes
 
Más allá de si es obligatoria o no en las pequeñas empresas, en mi opinión, como profesional de la auditoría durante más de 35 años, precisamente es en esas pequeñas empresas, que facturan entre 3 y 7 millones, que persiguen crecer y están menos profesionalizadas, y que son un pilar clave de nuestra economía, donde la auditoría puede aportar mayor valor añadido. Muchas de estas empresas y sus accionistas desconocen la verdadera utilidad y los beneficios que la auditoría puede reportarles.
El auditor no solo se limita a la revisión de la información financiera, emitiendo un informe sobre la misma, sino que también evalúa los procesos internos y sistemas de control, identifica y evalúa posibles riesgos operativos y financieros. Y, como parte integrante de toda auditoría, el auditor tiene la responsabilidad de comunicarse con los órganos de gobierno de la entidad acerca de los hechos observados que sean significativos en relación con su responsabilidad de supervisión del proceso de información financiera, así como de comunicar las deficiencias significativas identificadas en el control interno y otras cuestiones que a juicio del auditor sean relevantes.
 
Una comunicación recíproca eficaz y la interacción con los auditores son muy útiles para los responsables del gobierno de la empresa. Disponer de un equipo de profesionales de la auditoría trabajando en la empresa es una oportunidad para aprovechar todo su conocimiento experto en información financiera y su amplia visión del mundo de los negocios para mejorar en el ámbito interno (mejorando la eficiencia de las operaciones y generando ahorro de costes), así como para anticipar oportunidades y riesgos de negocio que requieran actuación por parte de los administradores y accionistas.
 
Diez beneficios que aporta la auditoría voluntaria en las pymes
 
Una buena medida del reconocimiento del valor de la auditoría es que en España se auditan voluntariamente algo más de 19.500 empresas, casi el 27% de las auditadas.  Y estudios recientes han puesto de manifiesto que las empresas que se auditan voluntariamente crecen más y son más rentables que las que no se auditan. Los principales beneficios que aporta la auditoría y que contribuyen a mejorar la evolución de las empresas auditadas, fundamentados en estudios realizados y en la percepción de usuarios clave como directivos, analistas de riesgos y auditores, serían los siguientes:
  1. La auditoría mejora la imagen de la empresa. La auditoría voluntaria de cuentas es una práctica de buen gobierno: una demostración sólida de transparencia y compromiso con la integridad financiera, generando y aportando confianza a los distintos actores económicos interesados. Es una clara demostración del compromiso de la entidad y sus órganos de gobierno por dar una información financiera de calidad (más oportuna, precisa, completa, relevante y fiable) y por el cumplimiento de la entidad con las leyes y la normativa que le aplica, incluida la fiscal. Como cualquier producto o servicio que vende o presta la empresa, que cuenta con un sello de calidad que garantiza unos estándares y da confianza a consumidores y clientes, la información financiera también es un producto de la entidad y su “sello de calidad” es el informe de auditoría, que igualmente contribuye a mejorar la imagen de marca y a dar confianza a sus usuarios.
  2. La auditoría facilita el acceso a los mercados y el aumento de la facturación. La confianza y credibilidad que da la auditoría a la información financiera de la entidad facilitan tanto el acceso a los mercados y clientes (expansión, internacionalización, licitaciones y asociación estratégica con terceros), como las relaciones con proveedores, la asignación de riesgo por las compañías de crédito y caución, la captación de empleo y la entrada de inversores potenciales. Todo ello contribuye a aumentar la facturación y ayuda al crecimiento de la compañía.
  3. La información auditada favorece la toma de decisiones informada. La información utilizada por accionistas y administradores es más fiable y mejora la toma de sus decisiones y contribuye a la sostenibilidad a largo plazo de la empresa.
  4. Las cuentas auditadas facilitan el acceso a financiación bancaria y en mejores condiciones. Los analistas de riesgos bancarios consideran la información auditada más útil y fiable, lo que se traduce en una mayor probabilidad de aprobación de créditos, tramitaciones más ágiles y condiciones económicas más favorables para la pyme (tipos de interés, plazos, importe, garantías, …). Una opinión favorable en el informe de auditoría puede ser decisiva.
  5. La auditoría favorece el acceso a otras fuentes de financiación y a potenciales inversores. Los inversores privados y fondos de capital de riesgo otorgan mayor valor a pymes que presentan cuentas anuales auditadas, incrementando las oportunidades de captar inversión o participar en proyectos de mayor escala.
  6. La auditoría posibilita la obtención de subvenciones y la participación en licitaciones públicas y privadas. Disponer de cuentas auditadas es, en muchas ocasiones, un requisito para obtener subvenciones y acceder a contratos con administraciones públicas y grandes empresas.
  7. Mejora del control interno. En la evaluación del control interno de la entidad el auditor adquiere un amplio conocimiento de los distintos procesos de negocio, lo que le permite presentar recomendaciones de mejora sobre dichos procesos. De esta forma, la auditoría ayuda a mejorar la eficacia y eficiencia del control interno de la compañía para prevenir y/o detectar fraudes y de los controles de los sistemas de información contable, y ayuda a que los empleados trabajen mejor y con mayor rigurosidad e induce a una profesionalización de la entidad y sus estructuras, lo que redunda en una mayor eficiencia de las operaciones y en ahorros de costes.
  8. Mejora la gestión de riesgos. La auditoría ayuda a identificar posibles riesgos operativos y financieros antes de que se conviertan en problemas mayores y, por tanto, puede llevar a mejorar la eficacia y eficiencia de los procesos de gestión de riesgos de la empresa y los procesos de dirección de la misma.
  9. La auditoría da acceso al conocimiento del auditor sobre mejores prácticas y a su visión sobre otros aspectos. Los auditores están cada vez más especializados en sectores de actividad y en procesos propios de la auditoría (test de deterioro, valoraciones, asuntos fiscales y legales, sistemas de información, etc.), siendo conocedores de las mejores prácticas del mercado en que la sociedad desarrolla su actividad. También pueden aportar su visión sobre otros muchos aspectos como la gestión de riesgos financieros o de negocio, los modelos de gobierno o sostenibilidad, o simplemente alertar de novedades normativas futuras. Tener acceso a la experiencia, conocimiento y visión del auditor añade valor a la entidad auditada y puede servir de orientación para nuevas estrategias o mejoras operativas, así como para la asignación de recursos.
  10. La auditoría ayuda en la protección de los derechos de grupos de interés más vulnerables como accionistas o socios minoritarios y empleados. En particular, la visión independiente del auditor puede resultar especialmente valiosa en situaciones accionariales complejas o conflictivas (en muchas ocasiones, familiares), como garantía de objetividad ante intereses contrapuestos.
Coste-beneficio de la auditoría
 
Es fácil vender que la eliminación de la obligación de auditoría supone una reducción de gastos en aquellas pymes que se vean afectadas, pero realmente el ahorro de los honorarios de la auditoría para la empresa no es significativo y, en sentido contrario, una empresa no auditada accede al mercado a un coste financiero superior al de otra empresa similar auditada, tiene peor calificación crediticia y más dificultades para acceder a financiación o a suministro por proveedores y pierde oportunidades de mejorar la gestión del riesgo y el control interno, y por tanto de ser más eficiente. Ahorrarse el coste de la auditoría no va a hacer más competitiva a ninguna empresa.
 
“Si quieres que tu pequeña empresa avance, la auditoría por delante”
 
En definitiva, la auditoría en una pyme es un proceso ventajoso y prepara y ayuda a una progresiva profesionalización de las estructuras de su dirección y a su crecimiento y rentabilidad.  Si es voluntaria, es un claro ejemplo de buen gobierno y de que los equipos directivos son conscientes de que disponer de información financiera auditada hace más atractiva y competitiva a su empresa. Parafraseando un refrán, me atrevo a concluir aconsejando: “Si quieres que tu pequeña empresa avance, la auditoría por delante”. 
 
 
Rodrigo Cabrejas es el presidente de la Agrupación Territorial 6ª Valladolid del ICJCE.

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